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At the beginning of November 2011 - eight months after the MCA journalists were allowed to see the nuclear ruins for the first time. Wearing protective suits, as, according to the dosimeters, the radiation measures 300 microSievert per hour.
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Acht Monate nach dem GAU wurden Anfang November 2011 zum ersten Mal Journalisten in die Atomruine gefahren. In Schutzkleidung, denn die Strahlung beträgt, wie die Dosimeter zeigten, 300 MikroSievert pro Stunde. Also bekommt man in Fukushima in drei Stunden die maximale Jahresdosis an gerade noch verkraftbarer atomarer Strahlung ab. Selbst die Schönredner wie Masao Yoshida aus dem Management der Fukushima-Ruine, die TEPCO zur Beruhigung an die Medienfront geschickt hat, können nicht umhin als zu gestehen: There is still danger, fast ein Dreivierteljahr nach der Katastrophe und dass die Aufräumarbeiten noch 20 Jahre dauern werden. 20 Jahre, wo doch in den vergangenen 8 Monaten in der Atomruine bereits 480.000 Schutzanzüge verbraucht worden sind und als atomarer Sondermüll auf dem ehemaligen Kraftwerksgelände gelagert werden müssen, weil in Japan genauso wenig wie in Deutschland und anderswo für den Atommüll ein Endlager zur Verfügung steht (Angaben aus: International Herald Tribune, 14.11.2011). Und ob 20 Jahre reichen, ist eher zweifelhaft. Denn die Entsorgung des nach 1990 still gelegten kleinen Atomkraftwerks von Rheinsberg im nördlichen Brandenburg wird 60 Jahren in Anspruch nehmen.
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Ocho meses después del MCA, a principios de noviembre, periodistas llegaron a la ruina atómica. Con ropa protector porque la radiación es de 300 micro Sievert por hora, como indican los dosímetros. Por lo tanto, en Fukushima se recibe en tres horas la dosis anual máxima de radiación nuclear que aún se puede aceptar. Hasta los que todo pintan de bonito, como Masao Yoshida de la gerencia de la ruina de Fukushima, a quienes la TEPCO envió al frente comunicativo para calmar a la gente, no pueden decir otra cosa que aún hay peligro, casi tres cuartos de año después de la catástrofe, y que los trabajos de arreglo se demorarán unos veinte años más. Veinte años, y eso que en los ocho meses pasados ya se utilizaron unos 480 000 uniformes de protección que ahora tendrán que ser guardados en el terreno de la planta, como basura nuclear especial ya que en Japón tanto como tampoco en Alemania u otros lugares no se dispone de un depósito final para desechos nucleares citado de: International Herald Tribune, 14 de noviembre de 2011). Y si estos veinte años alcanzan, es de dudar. Ya que el desmontaje de la planta nuclear pequeña de Rheinsberg en el norte de Brandenburgo, apagado en el año 1990, necesitará unos sesenta años.
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