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Dans sa publication Rigged Rules & Double Standards (2002), l’organisme de bienfaisance international Oxfam note que les avantages de l’IED ont été « grossièrement exagérés ». Oxfam estime en effet que pour un transfert de 1,00 $ en IED dans un pays en développement, des bénéfices d’environ 0,30 $ sont rapatriés.
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International charity Oxfam in its publication Rigged Rules & Double Standards (2002) notes that the benefits of FDI have been ‘wildly exaggerated’. Oxfam estimates that for every $1.00 transferred to a developing country in FDI around $0.30 leaves in the form of repatriated earnings. Additionally, Oxfam also shows that cost of imports of goods and services associated with FDI can have destabilising effects on a country’s economy. ‘In Mexico, imports by foreign investors in the period leading up to the financial crash at the end of 1995 are estimated to have increased the current-account deficit in the balance of payments by an amount equivalent to more than 2 percent of GDP. Similarly the rapid increase in Thailand’s import to GDP from 25 to 49 percent between 1990 and 1997 was largely due to the rise in import dependency associated with FDI. Foreign investment projects were importing more than 90% of their machinery, and more than half of their raw materials.’ Oxfam goes on to state, referencing an UNTAD (1997) report as indicating that in both cases the high import costs and profit remittances associated with FDI had a negative overall effect on the balance of payments. ‘In both Mexico and Thailand, the balance of payments pressures generated by import-intensive FDI added to the financial pressures that culminated in financial collapse. ‘
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La organización internacional caritativa Oxfam, en su publicación Reglas Manipuladas y Doble Moral (Rigged Rules & Double Standards) (2002), expresa que los beneficios de la IED han sido “ampliamente exagerados”. La Oxfam calcula que por cada $1.00 transferido como IED a una nación en desarrollo, alrededor de $0.30 escapan bajo la forma de ganancias repatriadas. Además, la Oxfam también indica que el costo de importaciones de bienes y servicios asociados con las IED han tenido efectos desestabilizadores sobre la economía del país. “Se calcula que en México las importaciones de los inversionistas extranjeros durante el período encaminado hacia la crisis financiera de finales de 1995 aumentaron el déficit de las cuentas corrientes en la balanza de pagos en una cantidad equivalente a más del 2 por ciento del PIB. Igualmente, el aumento rápido de la relación importaciones-PIB en Tailandia, de 25 a 49 por ciento entre 1990 y 1997, se debió en gran medida al incremento de la dependencia en importaciones asociadas a las IED. Los proyectos de inversión extranjera importaron más del 90% de su maquinaria, y más de la mitad de su materia prima.” La Oxfam resaltó esto en un informe de la UNTAD (Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo) (1997), que indica que en ambos casos los altos costos de importaciones y repatriaciones de ganancias asociadas con las IED han tenido un efectivo negativo general en la balanza de pagos. “Tanto en México como en Tailandia las presiones sobre la balanza de pagos, generadas por el gran volumen de importaciones de las IED, agravaron las presiones que culminaron en el colapso financiero.’
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