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Kein Wunder also, dass er sich entschieden hat, Kranführer zu werden. Als solcher arbeitet er bei der Firma Emil Egger im schweizerischen St. Gallen. Vor 32 Jahren beginnt er „ganz klein“: mit einem Zwanzigtonner.
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Large vehicles have fascinated Peter Stricker since he was a child. So it is no surprise that he went on to become a crane driver. Stricker works as a crane driver at Emil Egger in the Swiss city of St. Gallen. 32 years ago, he “started out small” with a 20 tonne crane. The Swiss crane driver gradually tested his skills with larger and larger vehicles and has since become the driver of Switzerland’s largest caterpillar crane. A crane of this size is also a great responsibility. Yet there is no room for fear or even nervousness in the driver’s cab. Because this can quickly become dangerous, as Peter Stricker knows. “We are always near people”, he explains. Peter Stricker relies on years of experience and practice to remain calm while he works.
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Desde su más temprana edad, Peter Stricker se sintió fascinado por las grúas. No es de extrañar, por tanto, que más tarde optara por convertirse en operador de este tipo de máquina, oficio que desempeña actualmente en la empresa Emil Egger de la ciudad suiza de St. Gallen. Empezó hace 32 años con una “pequeña“ grúa de veinte toneladas. Poco a poco se fue atreviendo a conducir máquinas de tamaño cada vez mayor hasta llegar a ser el operador de la grúa sobre orugas más grande de Suiza. Aunque el tamaño de la máquina supone una gran responsabilidad, en el puesto de conducción no tienen cabida ni el nerviosismo ni mucho menos el miedo. „Ambos estados anímicos pueden conducir rápidamente a situaciones de peligro“, revela Peter Stricker. “Siempre hay personas cerca de nosotros “,explica, „Cualquier movimiento en falso que yo haga puede poner en peligro su vida“. Gracias a su larga experiencia, Peter Stricker se mantiene sereno bajo cualquier las circunstancias.
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