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—Aquest és, monjos, l’inconvenient de les formes aparents.I encara més, monjos, imagineu-vos el cadàver d’aquesta mateixa dona llençat al cementiri, convertit en un esquelet sostingut amb tendons, amb carn sangonosa, convertit en un esquelet sostingut amb tendons, sense carn i tacat de sang, convertit en un esquelet sostingut amb tendons, sense carn ni sang, convertit en ossos separats escampats pertot arreu: aquí un os de la mà, allà un os del peu, allà un os del turmell, allà un os de la cama, allà un os del pit, allà un os del maluc, allà una costella, allà un omòplat, allà una vèrtebra, allà un os del coll, allà una mandíbula, allà una dent, allà el crani.
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i “And what, bhikkhus, is the gratification in the case of feelings? Here, bhikkhus, quite secluded from sensual pleasures, secluded from unwholesome states, a bhikkhu enters upon and abides in the first jhāna, which is accompanied by applied and sustained thought, with rapture and pleasure born of seclusion. On such an occasion he does not choose for his own affliction, or for another’s affliction, or for the affliction of both. On that occasion he feels only feeling that is free from affliction. The highest gratification in the case of feelings is freedom from affliction, I say.
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“Y de nuevo, monjes, uno podría ver a esa misma mujer como un cuerpo arrojado al costado de un cementerio, siendo devorado por los cuervos, halcones, buitres, perros, chacales y varias clases de gusanos… como un esqueleto cubierto de carne y sangre, tendido junto a los tendones… como un esqueleto cubierto con carne y sangre, tendido junto a los tendones… como un esqueleto sin carne manchado son sangre, tendido junto a los tendones… como un esqueleto sin carne y sangre, tendido junto a los tendones… como unos huesos sueltos esparcidos en diferentes direcciones: aquí el hueso de la mano, allá el hueso del pie, aquí el hueso del muslo, allá el hueso de la costilla, aquí el hueso de la cadera, allá la espina dorsal, aquí la calavera… como unos huesos blanqueados de color de las conchas… como unos huesos amontonados desde hace más de un año… como unos huesos rotos y destrozados, reducidos al polvo. ¿Qué pensáis, monjes? ¿Es cierto que su anterior belleza y hermosura se han desvanecido y el peligro llegó a ser evidente?”
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